Educación sexual para todxs!!!

En ocasión a la situación descripta abajo, las mujeres de la colectiva Ultravioletas hacemos pública nuestra disconformidad.

Esta nota esta circulando desde el instituto de la mujer hacia todxs lxs ciudadanos, si ud. la lee, difunda por favor.

A partir de la reciente publicación por medios masivos de comunicación de alcance provincial y nacional, acerca de los cursos de educación sexual avalados por la DGE y desarrollados por el Sr. Pedro Pérez Cárdenas en escuelas públicas y privadas de la Provincia, el Instituto Provincial de la Mujer y las organizaciones que adhieren expresan una profunda preocupación al respecto.

Es de público conocimiento que Cárdenas a través de la organización que lidera, promueve en la juventud planteos críticos hacia el uso del preservativo como método para prevenir el VIH. Ello, mediante argumentos falaces, confesionales y fuertemente distorsionantes y contrapuestos a la mayoritaria consideración científica mundial, tales como que “en el látex, la goma del condón, existen poros que permiten el paso del VIH” por lo cual “el preservativo es ineficaz” para prevenir la pandemia. Para la lucha contra el SIDA, esta organización promueve la abstinencia sexual y la fidelidad cómo único método efectivo –como puede leerse en el sitio web www.sinsida.com.

La presente información despierta una fuerte alarma en los organismos dedicados a las diversas problemáticas que atraviesan la vida de las mujeres así como en aquellas organizaciones que trabajan con el abordaje del VIH/SIDA, ya que la feminización de la enfermedad en nuestro país y en el mundo es una realidad.

Así se informa en el boletín sobre VIH/SIDA de la Dirección de Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual del Ministerio de Salud de la Nación de diciembre de 2007. En él se consigna que en 1987, cuando se notificó la primera mujer con SIDA, había 92 casos en varones registrados; mientras que en 2007, por cada 2,4 hombres con SIDA hay una mujer viviendo con el virus, relación que se ha mantenido estable en los últimos cinco años.

Es decir que el perfil epidemiológico de la pandemia demuestra que las mujeres son cada vez más afectadas por esta enfermedad. Esto es consistente con el hecho de que gran parte de la carga de enfermedades femeninas está relacionada con sus funciones y su potencialidad reproductivos, y con el modo en que la sociedad trata o maltrata a las mujeres en relación a su género.

La feminización de la enfermedad se debe a diversos factores, entre los que encontramos los siguientes: factores socio – culturales, ya que vivimos en una sociedad de dominación patriarcal en la que muchas veces las mujeres no pueden negociar con sus parejas varones el uso de preservativo; otros de tipo biológico, debido a que, anatómicamente, la mujer es más vulnerable que los varones a contraer el Virus de Inmunodeficiencia Humana debido a la mayor concentración del virus en el líquido seminal y a la mayor fragilidad de la mucosa genital femenina; por otro lado, las mujeres son en mayor medida víctimas de abusos sexuales por parte de hombres, lo que también aumenta notablemente las posibilidades de infección si el agresor vive con VIH, teniendo en cuenta que el violador rara vez utilizará preservativo durante el ataque.

Conforme a normas internacionales de jerarquía constitucional, el Estado está obligado a garantizar el respeto de los Derechos Humanos de los ciudadanos y las ciudadanas. Por el contrario, la divulgación en las escuelas públicas de tan perjudicial información atenta contra la vigencia de derechos fundamentales como la salud, la integridad, la libertad de elección, la libertad de cultos, la igualdad, etc.

En un Estado laico, las políticas de salud pública no pueden estar teñidas de argumentos confesionales e irresponsables, sin respaldo científico o bien con argumentos tergiversados, que generan confusión en la población y perjuicios severos en la salud de las personas.